NUNCA
AYUDES A UNA EXTRAÑA
Autor:
J.M. Guelbenzu
Editorial:
Destino
Encuadernación:
Tapa dura
Páginas:
456
Fecha de publicación:
16/09/2014
Novela policiaca y negra
SINOPSIS
Javier
Goitia es un periodista de investigación con una larga trayectoria a sus espaldas,
que acaba de ser despedido. Para pasar el golpe, se dirige a G..., donde
tiene un amigo que lo acoge durante un tiempo y
donde espera repensar su futuro. En la cafetería del tren, Javier se
detiene fascinado por una mujer pensativa a la que no se atreve a abordar
pero que le dejará una huella imborrable. Una noche en que Javier está
tomando unas copas, mientras fuma un cigarrillo a la puerta de un
local, oye unos quejidos que vienen de un callejón. Cuando se acerca, ve
cómo un hombre sale corriendo dejando en el suelo a una mujer a la
que parece que ha atacado. Javier corre tras él y mientras tiene lugar
la pelea, llega la policía y los detienen a ambos. Mientras, la mujer
ha desaparecido. Ya en los juzgados, el testimonio de Javier queda en
entredicho por la declaración de su oponente, que sostiene que él había
ido al callejón a ayudar y que Javier se ha equivocado de
hombre. Tras las primeras diligencias, Javier es llevado ante la
juez, que no es otra que Mariana de Marco, la fascinante mujer del tren.
Después, esa misma mujer aparece muerta. La jueza tendrá que instruir un caso
de violación y suicidio.
IMPRESIONES
Es la séptima entrega de la Juez Mariana de Marco.
Aunque en mi caso es el primer libro que leo de la serie y del autor.
La protagonista de las entregas anteriores es la Juez
de Instrucción Mariana de Marco, pero en este caso, comparte protagonismo con
Javier Goitia, un periodista que acaba de perder su trabajo al cerrar el medio
en el que trabajaba. Coincide con la jueza en el tren que le lleva a G...donde
espera pasar una apacible semana de descanso en casa de un amigo que regenta un
bar. En G... se verá envuelto en un incidente al socorrer a una mujer que él
sospecha está siendo violada. Pero mientras él retiene al agresor, que resulta
ser Francisco Llorente, el miembro tarambana de una familia burguesa de G...,
ella desaparece y no puede refrendar su testimonio ante la jueza, que no es
otra que Mariana de Marco, la mujer de contundente presencia del tren, con
quien no pensaba volver a cruzarse. Más tarde, la mujer aparece muerta, parece
que se ha suicidado tirándose por el balcón de su casa. La jueza
tendrá que instruir un caso de violación y suicidio, o no?
La historia está contado por tres narradores, uno en primera persona será Javier y otro es un
narrador omnipresente en tercera persona; además también se nos cuenta la
historia a través de las cartas que la Jueza le envía a su amiga Julia que está
en Brasil por negocios. Esto hace que te cuenten casi lo mismo desde distintos
puntos de vista, consigues no perderte
ningún detalle, aunque también hay momentos en que resulta excesiva la
repetición; esperas alguna novedad.
En este contexto quedan
retratadas las familias pudientes de la burguesía y las relaciones que
establecen entre sí. Como les gusta aparentar y fingir ser una cosa, mantener
las apariencias y su estatus social. De hecho, una de las mejores cosas de
la novela son los personajes que están
muy bien retratados y perfilados, tenemos de todo. Empezando por la jueza, Mariana de Marco, es una mujer
de 45 años independiente, competente, distante, segura de sí misma, atractiva,
inteligente, hábil y rápida jugando sus cartas, contundente en todos los
sentidos, una mujer de costumbres poco convencionales. La jueza suele sentir
atracción por los malos, y no solo por los casos que instruye; aunque en este
caso parece que esta inclinación cambia al sentirse atraída por Javier.
Javier
Goitia, el periodista, es un hombre de 54 años, curioso, como
buen periodista, decidido a llegar hasta el final, persistente, reflexivo,
sagaz, sarcástico.
La familia de Concepción
Ares, la víctima, es una familia
tradicional, católica y conservadora de terratenientes. Ella es una mujer
temerosa de Dios, resignada, seria, retraída; su padre Constantino es dominante y
arrogante; luego está la beata de su madre, Dorinda, su hermano Ricardo, el cura y
Gonzalo, vividor de noche-trabajador de día.
Luego tenemos a la familia del
presunto violador, Francisco Llorente,
el hijo tarambana de una familia de sidreros, con Rufino padre, hombre recto,
de fuerte carácter, directo y Rufino Jr., el responsable y serio, al frente de
la empresa.
Y luego también está, aunque en menor medida, la familia del marido
de Concepción, Tomás Sánchez- Hevia, son
cosmopolitas, negociantes, asociados a asuntos de fletes marítimos. Tomás es un hombre de buena planta, de
modales clásicos, de sequedad de carácter y desafecto con cierta falta de
empatía. Lo suyo fue un matrimonio de conveniencia.
A lo largo de la historia también se irán viendo críticas al periodismo que publica sin
contrastar, a la corrupción nacional (política y económica), al sistema
judicial, a la imagen que tenemos de los jueces ("No digo que no haya jueces de trato razonable, pero la mayor parte de
ellos tienens un punto de engreimiento y de conciencia de su labor superior que
me desagrada" (dice Javier)) y
a su supuesta independencia que muchas veces se ve condicionada por injerencias
externas. También hace críticas a los curas, que aborrecen a las mujeres, pero se arriman a ellas cuando quieren
conseguir algo de una casa rica... En resumidas cuentas: las aborrecen por
pecadoras, y las necesitan, por esposas de gente de influencia, o sino, para
monjas: o sea una especie de criadas.
La investigación la irán realizando de forma paralela y
simultánea la jueza con el inspector Quintero a la cabeza, ayudados por el
inspector Alameda cuando la investigación llega hasta la ciudad de S...y el
periodista que quiere ayudar a descubrir la verdad, además de impresionar a la
jueza, aunque para ello arriesgue su vida.
Las conversaciones de "cortejo" que mantienen
jueza y periodista son muy entretenidas; y las impresiones que la jueza va
reflejando en las cartas que envía a Julia.
Es una novela
adictiva que te mantiene enganchado hasta el final, porque quieres
descubrir el final para comprobar si tus sospechas son ciertas y ver
contestadas todas las preguntas que se van realizando a lo largo de la
investigación. De lectura fácil, ágil, con un tono sarcástico en muchos
momentos. Con un final, en algunos aspectos previsible (el motivo que nos
explica la personalidad de Concepción), pero perfecto para la novela.
Es un libro que me
ha encantado y enganchado, de hecho lo leí en 4 días, tanto por devoción
como por obligación, ya que como sabéis la reunión del club se acercaba. Aunque
también tiene aspectos negativos como es el hecho de que al final hay preguntas
que quedan sin contestar y hechos que a mí personalmente me han parecido no del
todo creíbles. Esto me pasa porque al leer este género literario, yo soy un
investigador más que se hace preguntas. Y otro punto negativo, aunque es una
minucia, es el hecho de que no escriba
los nombres de las ciudades principales en las que transcurre la acción y
solo lo haga con la inicial (G...; S...). Sin embargo, son perfectamente
reconocibles por las calles, paseos, bares y restaurantes que describe. Habría
preferido que pusiese un nombre, aunque se lo hubiese inventado.
Otro de los posibles fallos para los conocedores del
funcionamiento del sistema judicial será la falta de rigor en los hechos
judiciales, pero a los neófitos en la materia nos pasan casi desapercibidos.
CONCLUSION
Novela de intriga,
policiaca, que engancha. De lectura sencilla, con un ritmo ágil, aunque no
llega a ser page-turner. Donde todos los personajes
están perfectamente definidos. Muy recomendable para los amantes de la
novela de intriga y para los que no también.